Díaz fue sensación de los Patriots llegó a firmar un contrato de 40 millones de dólares / Foto Internet
Aarón, dudas y misterio tras su muerte
La investigación cree que una doble vida por su homosexualidad atormentaba al ex estrella de los Patriotas de NE
El País
Los Angeles.- ¿Qué lleva a la estrella más prometedora de la NFL a morir ahorcado a solas en una celda, dejando un reguero de confusión y una despedida escrita a un atracador con el que los investigadores creen que mantenía una relación sentimental?
Aaron Hernández estaba destinado a ser uno de los grandes del fútbol americano. La que fue sensación de los Patriots de Nueva Inglaterra, de origen puertorriqueño, llegó a firmar un contrato de 40 millones de dólares. Desde hace dos años cumplía cadena perpetua por el homicidio de Odin Lloyd, el que fuera el novio de la hermana de su prometida. Se suicidó hace dos semanas.
A su muerte le han seguido controversias de todo tipo y la confirmación de que había dejado una nota de suicidio a Kyle Kennedy, un delincuente común que cumple condena en Souza Baranowski, el mismo centro penitenciario de Massachusetts (EE UU) en el que estaba internado Hernández y a quien se considera su amante.
El jugador dejó a su esposa e hija sin testamento ni activos / Foto Internet
Hernández tenía 27 años de edad en el momento de su muerte y estaba comprometido con Shayanna Jenkins, con quien tenía una hija de cuatro años llamada Avielle Janelle Hernández. Tal y como asegura la revista People, el exjugador solo deja deudas a su prometida y a la hija de ambos. Sin testamento ni activos personales identificados, su prometida se ve obligada a vender la casa de estilo colonial que ambos compartieron.
Distintas informaciones apuntan a que la vivienda, situada en el condado de North Attleboro en Massachusetts, lleva más de un año a la venta por un valor aproximado de 1.300.000 dólares (algo más de 1.190.000 euros). El destino de este bien depende de la resolución de la apelación que han presentado los abogados de la familia de la víctima, Odin Lloyd, en la que piden un cambio para que las indemnizaciones que procedan se dirijan hacia su patrimonio. En este sentido, se ha dicho que la novia del fallecido ha recibido una orden judicial para proceder a la venta de la mansión antes mencionada.
Aaron Hernández fue desde el primer momento el principal sospechoso de la muerte de Odin Lloyd, un jugador semiprofesional que salía con la hermana de su novia y recibió seis impactos de bala. Hernández tenía lazos con la víctima y acceso a las armas. En el juicio en el que el deportista fue declarado culpable, llegaron a participar un centenar de testigos. A las pocas horas de su arresto, los Patriots rompieron el contrato millonario que habían firmado con el puertorriqueño en 2012 por cinco temporadas y 40 millones de dólares, de los que ya había cobrado cerca de diez.
La presencia de Hernández en prisión solo abrió un nuevo capítulo en su llamativa vida. Shayanna Jenkins aseguró que estaba dispuesta a casarse en la cárcel con su prometido y padre de su hija si las circunstancias lo hacían necesario. Mientras, la prensa le vinculaba a Kyle Kennedy, el atracador que cumplía una condena de tres a cinco años por robo a mano armada en el mismo centro penitenciario que Hernández.
El abogado de Kennedy, Larry Army Jr, confirmó a los medios de comunicación que Hernández había solicitado a las autoridades que transfirieran a su cliente a la misma celda que él ocupaba. Una solicitud que fue denegada días antes de que el cuerpo sin vida de Hernández se encontrara colgado de sus propias sábanas. Respecto a las notas que escribió –una para su prometida, otra para su hija y otra dirigida a Kennedy– el abogado de este último confirmó al periódico Daily Mail que ni él ni su cliente han visto dicha misiva pero que solicitarán que les sea entregada con la mayor brevedad posible.
Shayanna Jenkins con su hija Aaron Hernández y otros en el funeral de su prometido Aaron Hernandez, el pasado 24 a abril.
Hernández y Kennedy, de 27 y 22 años respectivamente, se conocieron en el centro penitenciario, pero la revista Newsweek informa de la existencia de anteriores amantes varones del jugador. Uno de ellos llegó a recibir una importante suma de dinero de Hernández, supuestamente para que no testificara en su juicio por homicidio. Entre los posibles motivos del asesinato la prensa apunta ahora a la posibilidad de que Lloyd conociera la supuesta homosexualidad del deportista y Hernández temiera que se lo revelara a su prometida.
El enredo de esta historia no acaba aquí, ya que la familia del exjugador fallecido ha donado el cerebro de la estrella caída del fútbol americano a la Universidad de Boston porque quieren que sea analizado para ver si sufría una encefalopatía traumática crónica, la enfermedad que se relaciona con los numerosos golpes que reciben en la cabeza los jugadores de fútbol americano y que podría explicar la traumática deriva del deportista.