La Fox cesa a a su presentador estrella, Bill O’Reilly, en medio de fuga de anunciantes tras escándalo
El País
Washington.- Este miércoles, mientras Bill O’Reilly estrechaba la mano al Papa en el Vaticano, la Fox barruntaba si finalmente le dejaba caer tras el escándalo generado por las denuncias de acoso sexual de varias trabajadoras contra él, presentador estrella de la cadena.
Al final la compañía controlada por la familia Murdoch ha decidido echarle, pero las denuncias tenían poco de nuevas. O’Reilly, una especie de institución dentro de la casa, había sido amparado hasta ahora por la cadena conservadora, pero el escándalo había crecido en los últimos tiempos y provocado una fuga de anunciantes. El propio presidente de la Fox, Roger Ailes, dimitió en julio también por denuncias de acoso sexual.
La salida de O’Reilly es un huracán en la Fox. El periodista trabaja en la cadena desde hace 21 años y su show diario, «El factor O’Reilly», es el programa más visto de la televisión por cable en 2016, según un estudio de la firma Kantar Media.
Y desde las elecciones presidenciales, sus comentarios mordaces y patrióticos sobre la actualidad política no habían hecho más que ganar audiencia.
Que en cuestión de meses tanto el presidente como el principal presentador de la cadena hayan cesado por acusaciones de abuso contra mujeres plantea muchas preguntas sobre la cultura que se respira en la cadena televisiva, cuyos patrones de comportamiento ante situaciones así han quedado en entredicho.
Una investigación de The New York Times reveló recientemente que la Fox pagó cantidades millonarias durante años a diferentes empleadas para silenciar sus denuncias de acoso sexual.
En concreto, llegó a entregar 13 millones a al menos cinco mujeres desde 2002 por el presunto comportamiento abusivo de O’Reilly con el fin de evitar juicios que malograran la reputación de su presentador estrella o el programa.
Además, aunque esta vez de forma pública, el pasado septiembre la Fox llegó a un acuerdo extrajudicial para indemnizar con 20 millones a Gretchen Carlson, la veterana presentadora que en 2016 les acusó de haberla despedido por rechazar las insinuaciones sexuales del presidente, Roger Ailes, que dimitió después. Desde entonces, la oficina del fiscal general de EU en Nueva York investiga los procedimientos de la Fox en estos casos.
«Es tremendamente descorazonador que nos separemos [la Fox y el profesional] debido a alegaciones completamente infundadas», dice O’Reilly
«Después de una revisión minuciosa y cuidadosa de las alegaciones, la compañía y Bill O’Reilly han acordado que Bill O’Reilly no volverá a Fox News Channel», señaló la cadena a través de un comunicado.
O’Reilly se encuentra ahora de vacaciones en Italia (este miércoles, como se vio en una foto, en el Vaticano) y, en teoría, debía volver el lunes a antena con su programa The O’Reilly Factor, pero ya no será así. La visita al Vaticano fue facilitada por la mediación del arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, que escribió a la Santa Sede hace meses.
«Es tremendamente descorazonador que nos separemos [la Fox y el profesional] debido a alegaciones completamente infundadas, pero esa es la desgraciada realidad para muchos que somos personajes públicos», dijo el periodista en un comunicado.
O’Reilly, de 67 años, lleva en la cadena desde 1996 y al canal le ha costado decirle adiós. Su programa ha generado 446 millones en publicidad desde 2014. Hace unas semanas, con las denuncias ya sobre la mesa, varios medios informaron que le habían renovado el contrato.
Pero las acusaciones habían causado un mayor malestar en la opinión pública en las últimas semanas, a raíz de las noticias sobre pagos millonarios para tapar los casos, un escándalo que había llevado a las marcas asociadas al programa a querer desmarcarse del producto. El caso O’Reilly provocó una fuga de hasta 50 anunciantes del show, entre ellos, firmas como Mercedes, BMW o Hyundai.
El presidente de EU, Donald Trump, le expresó su apoyo hace unos días. “Creo que es una persona que conozco bien, es una buena persona», señaló Trump. «Creo que no debería haber pactado, personalmente creo que no debería haberlo hecho, tendría que haber llegado hasta el final, no creo que hiciera nada malo», afirmó. También respaldó a Roger Ailes cuando dimitió por las acusaciones de acoso y le dio trabajo.