Ha finalizado el juego y los Patriotas tienen su sexto anillo de Super Tazón / Foto Internet
Patriotas, amos de la NFL
Con seis anillos de Super Tazón, Nueva Inglaterra, Tom Brady y Bill Bellichic reclaman el título del mejor equipo en la historia de la liga
El País
Pasarán años para que alguien pueda alcanzar el éxito de Tom Brady. O para emular la grandeza de los Patriotas, que de la mano del mariscal y el coach Bill Bellichick, este domingo 3 de febrero han ganado su sexto Super Tazón frente a los Carneros de Los Angeles con el marcador más bajo jamás registrado en una final: 13-3.
Nadie, ni el mejor experto vaticinó que entre ambos equipos anotaran menos de 20 puntos. Esa marca estaba en poder del resultado de 1973 que los Delfines de Miami ganaron 14-7 a los Redskins de Washington.
La primera mitad del Super Tazón fue un juego de damas chinas muy rígido. Los Patriotas, en la pierna de Stephen Gostkowski, fallaron un gol de campo y se redimieron con otro que sí fue válido para el 3-0. El marcador hizo historia como el segundo más pobre en puntos durante los primeros dos cuartos de juego, solo superado por la edición de 1975, cuando Pittsburgh lideró a Minnesota con 2-0.
Con un tablero austero en cifras, las fichas se volcaron al show de medio tiempo. Este espectáculo, que ha sido protagonizado por los Rolling Stone, Prince y Beyoncé, entre otros, estuvo en manos de Maroon 5 y los raperos Travis Scott y Big Boi. No fueron suficientes las bolas de fuego que parecían caer directamente del cielo al escenario en llamas para encender a los 77.000 espectadores en el estadio de Atlanta. Las fallas en el audio y los artistas no terminaron de convencer como el partido en si.
A esta edición de la Super Tazón le sobró el morbo. Cuando la cantante afroamericana Gladys Knight tomó el micrófono para entonar el himno estadounidense antes del inicio del partido, toda la atensión se fue a las piernas de los jugadores pues se especulaba que algunos jugadores podían arrodillarse en señal de apoyo a Colin Kaepernick, el ex exquarterback de los San Francisco 49ers que se arrodilló en agosto de 2016 en protesta por los abusos policiales sufridos por la comunidad afroamericana.
Kaepernick no juega un partido profesional desde marzo de 2017 por un supuesto boicot de la NFL. Aunque han pasado dos años, el asunto está lejos de zanjar. Artistas como Rihanna, Pink y Nicki Minaj rechazaron cantar en el evento deportivo más visto en Estados Unidos para apoyar al ex mariscal de campo.
Reanudado el partido, Tom Brady solo se pudo asociar con Julian Edelman, a la postre el MVP, y fiel receptor, para avanzar algunas yardas. Los Carneros intentaban encontrar en los violentos pases de Jared Goff alguna grieta en el sistema de los Patriotas. Lo intentaron a través de los velocistas Robert Wood, Brandin Cooks y Todd Gurley. El desconcierto era brutal para uno de los equipos más sorprendentes durante la temporada regular.
El entrenador en jefe y el más joven en hacerse cargo de un equipo en la NFL, Sean McVay, agotó todo el libreto de jugadas. Lo único que pudieron conseguir fue un gol de campo con Greg Zuerlein, 3-3. Con ocho minutos de juego, Brady finalmente se enchufó. Encontró a lo largo del campo a Rob Gronkwoski, un golem que encontró un espacio para llegar a la frontera de la zona de anotación. Ese lance resquebrajó la moral de los Carneros porque significaba estar solo a dos yardas. Y Michel Sony lo hizo posible con un acarreo donde su fuerza superó a la de los defensivos. Gostkowski anotó el punto extra para un letal 10-3.
Goff estaba al límite. Tenía que remontar el juego, hilar una serie de jugadas precisas para batir a New England. A falta de cuatro minutos y 17 segundos, el quarterback de los Carneros lanzó un misil que fue interceptado por el esquinero Stephone Gilmore. Fin del juego. Los Patriotas, con el Super Tazón en el bolsillo, se dedicaron a jugar con la desesperación de Los Ángeles. Gostkowski se dio el tiempo para anotar otro gol de campo de 41 yardas y el definitivo 13-3. Con la consumación del triunfo de Patriotas, su mariscal de campo fue acorralado por todos los fotógrafos. Recibió el abrazo de sus colegas y en especial de su entrenador, Bill Belichick, en una noche en la que sus pases no fueron del todo protagonistas.
El hombre del partido, el MVP, lo ganó Edelman, quien recorrió 141 yardas, un imparable correcaminos. Los Patriotas han agrandado su dinastía con seis títulos de la NFL y empatan a la franquicia de Pittsburgh. Brady, de 41 años, no tiene un claro heredero, ni rival. Bellichick, tampoco. Los Patriotas son por hoy, los amos de la NFL