Lus Chávez, Erika Carrillo y Cintya Ramírez, llevan educación, salud y bienestar a comunidades agrícolas y minoritarias en todo el Panhandle de Texas / Foto AM de Amarillo
Apoyan a guatemaltecos
Erika Carrillo encabeza un proyecto de apoyo a las comunidades guatemaltecas de Hereford y Friona al que se suma Sembrando el Sueño, de Family Support Services
AM de Amarillo
Amarillo, TX.- Los problemas de higiene básica, como bañarse a diario y cepillarse los dientes, son los males menores que aquejan a los cientos, miles quizá, de guatemaltecos asentados en Friona y Hereford, Texas.
En opinión de Erika Carrillo ambas comunidades arrastran lastres como el machismo y la violencia interfamiliar, aunado al desconocimiento de las leyes y satisfactores que brinda este pais.
Carrillo habla con conocimiento de causa. Asentada en Friona desde hace más de una década, encabeza el proyecto de Educación y Recursos de Salud y Coordinación de Servicios del Departamento de Salud de Texas Tech, y conoce de primera mano las carencias y limitaciones de los migrantes centroamericanos.
De entrada, dice que es complicado entrar al mundo de ambas comunidades, debido a que muchos aún hablan idiomas nativos como el quiche y el mal, de origen maya. “Algunos hablan algo de espanol pero a veces me da la impresión que no nos entienden”.
Carrillo es flanqueada por las trabajadoras sociales Cyntia Ramírez y Lus Chávez, cabezas del Programa Sembrando el Sueno de Family Support Services, que lleva servicios de salud, educación, despensas, orientación y otros a miles de inmigrantes hispanos que laboran en lecherias, engordas, matanzas del Panhandle de Texas
Carrillo, Lus y Cyntia se conocieron en el camino y, cual debe, han sumado esfuerzos independientemente de las instituciones que las soportan.
De hecho ya han realizado actos comunitarios conjuntos, uno de los más recientes en la Iglesia Nueva Jerusalen de Friona, donde guatemaltecos y trabajadores agrícolas hispanos invitados por Erika, obtuvieron beneficios de Sembrando el Sueño de Lus y Cyntia.
Erika menciona que muchos integrantes de las comunidades guatemaltecas asentadas en Friona y Hereford arrastran problemas de salud básicos como el bañarse a diario, cepillarse los dientes, usar desodorante, lavarse las manos, etc, que prevalecen a pesar de que muchos viven acá hace más de 10 años.
Habla que muchas familias viven hacinadas con otras familias en casas de renta de 2 a 4 recámaras; la gran mayoría no sabe manejar y son víctimas de ‘choferes’ que les cobran de 25 a 35 dólares “por persona”, recalca, por llevarlos a los supermercados.
Incluso esa situación se da para ir al trabajo y para recoger y llevar y traer a los niños a la escuela.
“Imagínese si ganan 300 o 400 dólares lo que tienen que pagar por semana solo por ese servicio”, dice.
Erika, Bioquímica egresada de la Universidad de North Carolina, dice que esos son los problemas menores. “Hay muchas situaciones de machismo y violencia interfamiliar. Por ejemplo la mujer tiene que pedir permiso para todo, hasta para hablar con una primero voltean a ver al marido”
Erika estima que en Friona y Hereford habitan más de 500 guatemaltecos, y la gran mayoría de las familias tienen problemas más o menos similares.
Las buenas nuevas son que, con poco más de dos meses como investigadora de campo, ya hay avances significativos. De entrada, los apoyos que les brinda Sembrando el Sueño.
Menciona que, enterado por ella de la situación de las familias de los estudiantes guatemaltecos e hispanos en general, el Superintendente del Distrito Escolar de Friona, Jimmy Burns, conjuntamente con el City Manager, Lee Dávila, trabajan en implementar 9 nuevas rutas de transporte escolar para darles ese servicio.
Otros apoyos han surgido espontáneos como el del pastor Benito de la Iglesia Nueva Jerusalen y una jueza de Friona.
“He visto gente de la comunidad que quiere ayudar, que está dispuesta a colaborar por entienden que ellos -los guatemaltecos- si necesitan ayuda y servicios”, dice.
Detalla que estas comunidades vienen muy golpeadas desde Guatemala y otros países centroamericanos, donde prevalecen condiciones de violencia, asesinatos, violaciones, corrupción y desarraigo de sus gobiernos.
“Muchos tardan hasta 3 meses para llegar aquí, desde salir de sus comunidades,ccruzar la frontera con México y atravesarlo, cruzar a Estados Unidos, el desierto y trabajar y vivir acá bajo estas condiciones”, cuenta.
No todo es drama. Erika cuenta historias de exito como el de un chico de apelido Tikun, de 26 aque graduó de high school, trabaja en Friona y habla inglés, kiché y español y es colaboprador de ella.
Dice que la hermana de Tikun, Selena, también egresó de HS y quiere ser enfermera, pero está atrapada entre su trabajo en Family Dollar y el cuidado de hermanos y ahora sobrinos.
Cyntia y Lus coinciden en que sin el trabajop de Erika ellas hubieran podido tener contacto con las comunidades guatemaltecas.
“Hemos llegado a muchos lugares con Erika”, dice Cyntia.
“Lo más importante que se ha instalado y que la gente la respeta y elogian su trabajo”, secunda Lus.
“Quisiera hacer más”, remata Erika.
CONÓCELA:
Nombre: Erika Carrillo
Trabajo: Manejadora del Proyecto de Educación y Recursos de Salud para comunidades guatemaltecas
Ciudades: Friona y Hereford, TX
Estado Civil: Casada, madre de 6
Esposo: Ramón Ortiz
Estudios: Bachelor en Bioquímica de North Caroline University
Hobbies: Ella y su familia adoran a los perros, tienen 7