Autoridades de Barcelona obligan a cerrar a restaurante por considerar que el atuendo de las meseras es sexista y vulnera su dignidad
El País
Barcelona.- La Inspección de Trabajo de la Generalitat ha concluido que el vestuario que la cadena estadounidense de restaurantes Hooters hace llevar a sus empleadas incurre en una infracción a «la dignidad de las trabajadoras en el desarrollo de su actividad profesional».
Comisiones Obreras (CC OO), que presentó la denuncia el pasado mes de diciembre, ha hecho pública este viernes la resolución, que conlleva una sanción aunque el departamento de Trabajo no ha especificado el importe por cuestiones de confidencialidad.
La cadena de restaurantes, conocida en su país de origen con el apodo de breastaurant (restaurante de pechos), abrió un establecimiento el pasado mes de noviembre en Castelldefels (Barcelona), una apertura rodeada de polémica por la política de contratación y por el vestuario que se impone a las camareras, que implica la exhibición de buena parte del cuerpo. Tras las críticas, y con la investigación ya en marcha, Hooters decidió hace dos meses cesar su actividad y en el establecimiento opera ahora un restaurante familiar.
En el texto, la inspección detalla el vestuario que debían vestir las dos trabajadoras de sala (la plantilla media en el restaurante era de 10 empleados): «Short de lycra tipo culotte que deja ver parte de los glúteos, camiseta ajustada de tirantes con escote, medias gruesas color nude y calzado estilo deportivo». El vestuario de los hombres, en cambio, se limitaba a una camiseta naranja con el logo de la marca y un pantalón largo.
La inspección añade que el restaurante proporcionaba a sus empleadas una Guía para ser una Chica Hooters, en la que se detallan pautas de imagen y comportamiento. La guía recogía textos como el siguiente: «La imagen de la chica Hooters Girl es el icono de la marca Hooters y ha atraído clientes a los restaurantes Hooters durante décadas […] Ella es una anfitriona que divierte a los clientes con su encanto, entusiasmo y hospitalidad… ella se enorgullece en tener el privilegio de usar el renacido uniforme naranja de Hooters».
Por todo ello, y por el hecho de que el vestuario es significativamente distinto entre los camareros y las camareras, la Inspección de Trabajo, basándose en la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad Efectiva de Mujeres y de Hombres, considera que «no está debidamente justificada la selección del vestuario utilizado por las trabajadoras» ni «se sustenta en ninguna necesidad productiva o empresarial». Además, añade que «el hecho de que sea únicamente la mujer la que deba usar un uniforme que muestra la mayor parte de su cuerpo lleva a pensar que se pretende convertir este uso indebido en reclamo de atención y de captación a posibles clientes».
«Ello supone una falta de consideración debida a la dignidad profesional de las trabajadoras, a las que presentan como un reclamo sexualizado y no únicamente como una persona que está ejecutando una relación laboral», prosigue el texto, que concluye que Hooters incurre en una incumplimiento del Estatuto de los Trabajadores, en el que se indica que los trabajadores tienen derecho al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad.
CC OO ha valorado «muy positivamente» la resolución de la Generalitat, porque supone un paso más «para erradicar esta práctica discriminatoria y vejatoria contra las mujeres trabajadoras en cosificarlas», aunque el sindicato recuerda que esta situación todavía se da en muchos sectores. «La comunicación publicitaria de la cadena Hooters en sus restaurantes es sexista y, por lo tanto, ilícita, y basa su estrategia en la reproducción de estereotipos de género que utiliza el cuerpo de las mujeres como reclamo para la captación de sus clientes», denuncia el sindicato en su comunicado.
Hooters aseguró en febrero de 2017 que volvía a España (un restaurante en Gran Canaria que abrió en 2007 acabó cerrando tres años después) con el objetivo de abrir 15 locales en España, el primero en Cataluña, y que lo haría con un vestuario más moderado y con una política de contratación no excluyente. Este periódico no ha podido contactar con la cadena de restaurantes. Tras las críticas y la inspección de trabajo, en la página web de Hooters Iberian solo se anuncia una próxima apertura en Portugal.